No fue más
que un suspiro en el tiempo.
Tu cercanía
tu olor
y todo aconteció
con extrema premura.
Mi corazón ya no latía
sino que era cráter
de un volcán
a punto de colapsar.
Y yo frente a ti.
Y tu junto a mí.
Las mareas del tiempo
se llevaron quizás
esa única oportunidad,
ese cometa fugaz.
Los minutos eran
trazos de singularidad.
Las horas
miel que se derrite en el paladar.
Los días no eran días terrenales.
Los años galaxias inconquistables,
inalienables e imposibles de cuantificar.
Y tu frente a mí.
Y yo junto a ti.
No fue más
que el tiempo de un suspiro.
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