Creemos que por tener lo que ya tenemos, no lo perdemos…
pero nunca más equivocados de la propia realidad, ya que nada nos pertenece
y por lo tanto podríamos afirmar que nada nos es por derecho sino solo la
propia creencia de nuestra existencia y nada más.
De hecho, cuando nos vayamos nada nos llevaremos y lo que tuviéramos ya
no lo tendremos.
Del polvo venimos y al polvo nos convertiremos.